miércoles, 10 de diciembre de 2014

Toc, toc..

¿Qué haces cuando la vida te da en la narices....cuando te planta cara?. Tanto pedir cambio, acción, cambio...y de repente se te planta ese dichoso cambio delante de tu ojos y te toca, como siempre, elegir. Y aunque no hubiera duda o elección, ¿qué hay del miedo?. Como asusta el cambio. A mi, personalmente me produce pánico...¡Oye nos inventaron para lo cotidiano, para ser rutina!, ¡qué esperabas!.

Me juego el pellejo a que todos os ha sucedio o en este momento os sucede. Es así, vivimos con el afán de tiranos de cabeza al vacío, de producir, provocar y ser CAMBIO y cuando llega, zas nos cagamos. Y no es que sea algo terrible para el universo pero es absurdo, aún así más que temor a que me llamen cobarde me da miedo el hecho de que me de miedo romper con lo que siempre he tenido, con lo que tengo, y con lo que a veces, sin duda alguna rompería.

¿Sabeís por qué me da miedo?. Porque en esta vida más que ser valientes o decididos, pega no ser unos sensiblones, melancolicos y...que se yo. Pegaría ser unos egoístas sin memoria y a danzar. Y suena mal, pero es todo eso lo que hace que me cueste arrancar y arrancarme, quizás porque hay cosas que nunca cambiaría, y aunque no siempre quisiera, me torturaría el alma dejarlas.

¡¿La vida son etapas!?. La vida es lo que decides. Y si tengo memoria es porque quizás no estoy hecha para perder ciertas cosas, personas y momentos. Así que, ya sabeís por donde me meto yo las etapas.

Así que con o sin cambio, la vida es esta gran absurdez de la que no encuentro fin ni razón.

Improvisemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario