jueves, 23 de mayo de 2013

Impasible.

Es triste.

O quizá melancólico, exánime.

Y no hay sentido, ni costumbre, ni mirada absorta.

Más que dudas cabrían.

No sentir la vida, procurar la vida.

Es aflicción por la tristeza.

Es crueldad a mi.

No llantos, no sirenas, no sentir. Es impasiblemente triste.

Y aún así no tiene fin.



No hay comentarios:

Publicar un comentario