Puede que suene igual de cruel.

Esta noche solo se me ocurre decir una cosa: no busques en otras palabras lo que otra mirada nunca te podrá dar.

Lo indeseado.

No había más en ese cajón, aparte de un par de recuerdos rotos y una foto resistente al pasado. No existía la necesidad de abrirlo, nunca existió tal necesidad, pero lo innecesario mueve lo memorable o así creía tal mente como la suya. Poseía a la soledad como compañera de alcoba y una mente rota por preguntas acotadas en la no respuesta de una existencia cambiada a base de malos tragos. Era feliz, su dicha le hacia promover que si había habido o hay malos momentos es porque antes hubo tales pero maravillosos. No buscaba tras su corazón roto, sabía que los errores del pasado son los caminos del presente, No torturo más a su conciencia dejo la placidez de un leve suspiro en la dualidad de sus dudas...

Para mi, más que una canción.

Puedo ponerme cursi y decir
que tus labios me saben igual que los labios
que beso en mis sueños,
puedo ponerme triste y decir
que me basta con ser tu enemigo, tu todo,
tu esclavo, tu fiebre, tu dueño.

Y si quieres también
puedo ser tu estación y tu tren,
tu mal y tu bien,
tu pan y tu vino,
tu pecado, tu dios, tu asesino…

O tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.

Puedo ponerme humilde y decir
que no soy el mejor
que me falta valor para atarte a mi cama,
puedo ponerme digno y decir
“toma mi dirección cuando te hartes de amores
baratos de un rato… me llamas”.

Y si quieres también
puedo ser tu trapecio y tu red,
tu "adiós" y tu “ven”,
tu manta y tu frío,
tu resaca, tu lunes, tu hastío…

O tal vez ese viento
que te arranca del aburrimiento
y te deja abrazada a una duda,
en mitad de la calle y desnuda.

Y si quieres también
puedo ser tu abogado y tu juez,
tu miedo y tu fe
tu noche y tu día.
Tu rencor, tu por qué, tu agonía…

El frío recuerdo.

Creo que aún puedo recordar aquel tenue olor a chocolate, aquel anochecer más temprano y frío calado en los huesos, aquella calle repleta de gente, de luces...Aún puedo ver a toda esa gente como si a cámara rápida los hubieran programado, como si el mundo hubiera decido ir más rápido de lo normal. Aún recuerdo aquel perfume de un abrazo, aquellas manos frías....aún creo recordarlo...

For example.

And I, I could fly higher than an eagle, 'cause you are the wind beneath my wings.

Solo ten miedo de ti mismo.

Cuando un árbol cae, también cae una estrella.
Cuando se acabe el bosque, también nosotros ya no estaremos.

Piano, cercanamente paz.

A veces solo necesitas aliviar el alma, reflejar tu frustración en un par de palabras escritas. Hacemos cosas mal y sin remedio alguno volvemos a tropezar, pero queda esa esperanza de encontrar ese tú que haga las cosas bien, que refleje la transparencia de tu corazón y te muestre simplemente tal y como eres.

Contigo.

¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?
Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.

¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?

Felicidad, que bonito nombre tienes.

Esta aquel que roza la felicidad con la yema de los dedos por un segundo o por trazos finitos de tiempo. Están aquellos que la encuentran día a día en las mejores sonrisas, aquellos que saben que la verdadera felicidad es imperfecta y no tratan de buscarla, dejan fluidez a cada momento...y todos los demás los que van en su busca, los que la persiguen sin ápice de satisfacción, esos que no se dan cuenta de que la felicidad es la que debe encontrarles día a día en las pequeñas pero grandiosas cosas que brinda la vida, porque estoy segura de que menos siempre es más.

Dos almas gemelas tan dispares pero iguales.

Empezó entonces a comprender que él era el hombre que por su modo de ser y su talento más le habría convenido. Su carácter y entendimiento aunque distintos a los suyos habrían colmado sus deseos. Su unión habría sido ventajosa para ambos; la soltura y la viveza de ella habría suavizado el carácter de él y mejorado sus modales y el juicio que él poseía, la cultura y el conocimiento del mundo le habrían reportado a ella grandes beneficios.

Jane Austen.

Rima XXI

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas

en mi pupila tu pupila azul.

¡¿Qué es poesía?! ¿Y tú me lo preguntas?

Poesía eres tú.

Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.

Yo no tenía ganas de reir,
tú reías para no llorar;
yo le guiñaba un ojo a mi nariz,
tú consolabas a tu soledad.

Yo sin ninguna escoba que vender,
tú con mil y una noches que olvidar;
a mí no me quería una mujer,
a ti se te moría una ciudad.

Tú habías perdido el último autobús,
a mí me habían hechado de otro bar;
los mismos alfileres de vudú,
el mismo cuento que termina mal.

Yo no venía de ningún país,
tú ibas camino de cualquier lugar;
conmigo no contaba el porvenir,
de ti no se acordaba el verbo “amar”.
Yo no jugaba para no perder,
tú hacias trampas para no ganar;
yo no rezaba para no creer,
tú no besabas para no soñar.

Vale la pena decir, sangrar...

Y si me da por preguntar ¿qué decir? ¿qué intentar? ¿que esconder? ¿que dejar?. Casi puedo imaginármelo, pero todo se aproxima a la nada.

Persiguiendo el tiempo...otra vez.

A veces es difícil creer que te acuerdes mi.