Yo no tenía ganas de reir,
tú reías para no llorar;
yo le guiñaba un ojo a mi nariz,
tú consolabas a tu soledad.
tú reías para no llorar;
yo le guiñaba un ojo a mi nariz,
tú consolabas a tu soledad.
Yo sin ninguna escoba que vender,
tú con mil y una noches que olvidar;
a mí no me quería una mujer,
a ti se te moría una ciudad.
tú con mil y una noches que olvidar;
a mí no me quería una mujer,
a ti se te moría una ciudad.
Tú habías perdido el último autobús,
a mí me habían hechado de otro bar;
los mismos alfileres de vudú,
el mismo cuento que termina mal.
a mí me habían hechado de otro bar;
los mismos alfileres de vudú,
el mismo cuento que termina mal.
Yo no venía de ningún país,
tú ibas camino de cualquier lugar;
conmigo no contaba el porvenir,
de ti no se acordaba el verbo “amar”.
Yo no jugaba para no perder,
tú hacias trampas para no ganar;
yo no rezaba para no creer,
tú no besabas para no soñar.
tú ibas camino de cualquier lugar;
conmigo no contaba el porvenir,
de ti no se acordaba el verbo “amar”.
Yo no jugaba para no perder,
tú hacias trampas para no ganar;
yo no rezaba para no creer,
tú no besabas para no soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario